dissabte, 19 de març del 2011

IDILIO SALVAJE

¿Por qué a mi helada soledad viniste
cubierta con el último celaje
de un crepúsculo gris?... Mira el paisaje,
árido y triste, inmensamente triste.
Si vienes del dolor y en él nutriste
tu corazón, bien vengas al salvaje
desierto, donde apenas un miraje
de lo que fue mi juventud existe.
Mas si acaso no vienes de tan lejos
y en tu alma aún del placer quedan los dejos,
puedes tornar a tu revuelto mundo.
Si no, ven a lavar tu ciprio manto
en el mar amarguísimo y profundo
de un triste amor, o de un inmenso llanto.http://english-german-translation.info/

Manuel José Othón

dissabte, 12 de març del 2011

A ADELAIDA BARALT

Ayer, linda Adelaida, en la pluviosa
Mañana, vi brillar un soberano
Arbol de luz en flor,—iay! un cubano
Floral,—nave perdida en mar brumosa.

Y en sus ramas posé, como se posa,
Loco de luz y hambriento de verano,
Un viejo colibrí, sin pluma y cano
Sobre la rama de un jazmín en rosa.

¡Mas parto, el ala triste! cruzo el río,
Y hallo a mi padre audaz, nata y espejo
De ancianos de valor, enfermo y frío.

De nostalgia y de lluvia: ¿cómo dejo
Por dar, linda Adelaida, fuego al mío,
Sin fuego y solo el corazón del viejo?

José Martí

divendres, 11 de març del 2011

Ábrete sexo

Ábrete sexo
como una flor que accede,
descorre las aldabas de tu ermita,
deja escapar
al nadador transido,
desiste, no retengas
sus frágiles cabriolas,
ábrete con arrojo,
como un balcón que emerge
y ostenta sobre el aire sus geranios.
Desenfunda,
oh poza de penumbra, tu misterio.
No detengas su viaje al navegante.
No importa que su adiós
te hiera como cierzo,
como rayo de hielo que en la pelvis
aloja sus astillas.
Ábrete sexo,
hazte cascada,
olvida tu tristeza.
Deja partir al niño
que vive en tu entresueño.
Abre gallardamente
tus cálidas compuertas
a este copo de mieles,
a este animal que tiembla
como un jirón de viento,
a este fruto rugoso
que va a hundirse en la luz con arrebato,
a buscar como un ciervo con los ojos cerrados
los pezones del aire, los dos senos del día.

Anna Istarú

dimecres, 2 de març del 2011

CANTO V

A veces caigo en mí, como viniendo de ti,
y me recojo en una tristeza inmóvil,
como una bandera que ha olvidado el viento.
Por mis sentidos pasan ángeles del crepúsculo
y lentos me aprisionan los círculos nocturnos.
Venimos de la noche y hacia la noche vamos.
Escucha. Yo te llamo desde un reloj de piedra,
donde caen las sombras, donde el silencio cae.

Vicente Gerbasi

dimarts, 1 de març del 2011

No te tardes que me muero,
carcelero,
no te tardes que me muero.
  Apresura tu venida
porque no pierda la vida,
que la fe no está perdida,
carcelero,
no te tardes que me muero.
  Bien sabes que la tardança
trae gran desconfiança;
ven y cumple mi esperança,
carcelero,
no te tardes que me muero.
  Sácame desta cadena,
que recibo muy gran pena,
pues tu tardar me condena.
Carcelero,
no te tardes que me muero.
  La primer vez que me viste
sin te vencer me venciste;
suéltame, pues me prendiste.
Carcelero,
no te tardes que me muero.
  La llave para soltarme
ha de ser galardonarme,
proponiendo no olvidarme.
Carcelero,
no te tardes que me muero.
      
Y siempre cuanto vivieres
haré lo que tú quisieres
si merced hacerme quieres.
Carcelero,
no te tardes que me muero.

Juan del Encina